EL USO DE LA IMAGEN

 “Una imagen vale más que 1000 palabras”

Uno de los factores que más dan que hablar es la inclusión de imágenes de todas las clases: las fotografías, diagramas, ilustraciones, multimedia, etc.

La imagen es un medio fundamental para poder permitir algunos conocimientos. Las nuevas tecnologías no se pueden concebir sin el uso de la imagen.

Una imagen puede ser muy complicada, ya que no es interpretada por todo el mundo por igual. La imagen es un discurso polisémico, ya que tiene muchos significados diferentes dependiendo de quién la mire, porque cada persona es un mundo diferente y va a depender según la cultura, la formación, etc. de aquella persona que esté observando dicha imagen.

 

En el mundo moderno donde todo está caracterizado por la velocidad, estamos presenciado otra nueva transformación, la de la cogniscibilidad del desastre, es decir, la imagen como recurso poderoso usado por los media (noticias televisivas, fotografías de prensa…) haciendo que se extienda una noción de catástrofe que antes no existía. Existe la tendencia de hacer visible todos los conflictos, catástrofes (tanto naturales como causados por el hombre) y tragedias de cualquier índole que ocurren cerca y lejos de nosotros. El poder que tienen las imágenes no es algo nuevo, ya se conocía prácticamente desde que el hombre empezó a realizar sus primeras representaciones… Luego, más recientemente, durante el Holocausto los nazis cuidaban mucho de que no hubiera ni testigos, ni imágenes de lo que ocurría, porque conocían muy bien el poder de éstas, de hecho, hoy en día, sigue habiendo gente que cuestiona lo sucedido, otros simplemente defienden que fue algo irrepresentable, inimaginable, que ni siquiera una imagen sería suficiente para mostrar aquel horror.

La imagen puede dar problemas. Por ejemplo a la hora de utilizarla como un medio didáctico para los alumnos, porque la educación tendrá que tener en cuenta el factor de su polisemia, si quiere utilizarlo, ya que en el alumnado puede haber muchísimas opiniones diferentes.

Una imagen puede dar lugar a que veas dos cosas diferentes, como podemos observar en la fotografía. En ella si observas fijamente podrás ver una mujer mayor o por el contrario o una mujer joven, pero no puedes ver las dos cosas a la vez, es prácticamente imposible. Por este motivo se puede afirmar que no nos podemos fiar de las imágenes.

Se  está vendiendo la imagen de manera univoca, es decir que todo el mundo va a ver lo mismo. La persona que hace la foto quiere que nosotros veamos lo que él quiere. Por ejemplo, un profesor enseñará a sus alumnos una imagen de lo que él quiere que vean.

La imagen se vende como un traslado de la realidad a una realidad donde yo no puedo llegar. Una imagen nunca es una realidad, es una percepción de la realidad por parte de quién ha hecho la imagen.

Es bien sabido y comprobado que una imagen no se olvida fácilmente, pues está ligada a la memoria a largo plazo, y menos si viene cargada de emociones que nos impactan, conmueven, disgustan o alegran. Todas las imágenes tienen una intencionalidad, uno o varios significados (el que cada uno le de personalmente, pues como he dicho anteriormente, suele ser subjetivo), no existen imágenes neutras, y sin embargo, no debemos olvidar que estos medios visuales no son la realidad. La realidad es tan compleja que una imagen no puede captarla, son una parte de la verdad, en el mejor de los casos, pero no es la verdad. Es una parte de la realidad manipulada, técnicamente y también por parte de la persona que la ve.

Las imágenes también pueden llegar a ser manipulativas, se puede ejercer el poder con ellas si se sabe como usarlas para ello. Por eso, cada vez más el apoyo visual durante las campañas políticas están más presentes.

Los anuncios usan continuamente imágenes cargadas de emociones (junto con la música que las acompaña). Porque si el espectador es capaz de percibirlas es mucho más fácil empatizar, conectar, convencer y hacer desear aquello que se pretende vender. Todo está distorsionado por la imagen.

Por el contrario, un texto normalmente no se puede distorsionar, porque un texto es unívoco, significa lo que signifícalo,  sin embargo la imagen al ser un elemento polisémico, si. Según quién la mire tendrá un significado y verá una cosa diferente.

La imagen es un medio con intencionalidad y como tal hay que saber usarlo bien, ya sea para transmitir algo o como uso didáctico en las aulas. También teniendo en cuenta que ya de por sí las imágenes tienen  significados diferentes para cada uno, esa diferencia se acentúa con la edad, la experiencia, la formación y la procedencia cultural.

Ha habido una corriente importante en el ámbito de la comunicación que hablaba de leer imágenes (lectura de la imagen); decían que a los escolares había que enseñarlos a leer imágenes, esto es, que todos vieran lo mismo, y esto se contradice con la naturaleza propia de la imagen.

 

                                            “…El uso de la imagen si, pero con cuidado…”